Home sweet home

3 meses antes de llegar a Londres pasé largas horas en páginas de agencias de bienes y raíces buscando un lugar donde vivir. Sabía que tenía que balancear la cercanía del trabajo con mis deseos de vivir cerca de la ciudad – vivir en la ciudad sería inpagable- Así que busqué en el este de Londres , en las zonas más apartadas (y menos favorecidas) , un lugar donde poder llegar todas las noches a dormir. Barking, East Ham, West Ham, Woolwich, Beckton ubicadas en zona 4 y 5 fueron las primeras opciones (la ciudad está dividida en círculos concéntricos de la 1 a la 5 que se caracterizan por el costo de vida, idiosincrasia y etnias que las habitan). La agencia de relocalización insistía que debía vivir en Canary Wharf o en Docklands , nuevo hogar de la comunidad financiera Londinense , el equivalente de Santa Fé en el DF (con todo y sus contrastes alrededor), y excelente lugar para profesionista jóvenes empleados por “las mejores firmas”… - yuppies, me dije- todos miembros del club de las playeras del caimán que lucen con orgullo (especialmente las de color rosa) durante los viernes de bussiness casual. Así fue como durante mi semana de Househunting, (perdonen la pochés de mi relato, pero hay palabras que no tienen sentido traducirlas) me llevaron a buscar departamentos en Canary Wharf. Justo ahí, al pasar por uno de los embarcaderos de la zona (el complemento ideal para la banda fresa del área son las marinas que rodean los corporativos financieros) divisé del lado sur del Támesis, lo que parecía una réplica del Palacio de los Deportes y pregunté que cómo se llamaba esa área. –North Greenwich- , fue la respuesta, - es una península predominantemente industrial donde en el pasado, los barcos descargaban sus bienes para ser transportados a los mercados locales y a las fábricas cercanas. Ahora los embarcaderos están fuera de operación y la zona está siendo remodelada con departamentos y una arena de espectáculos.-
Así fue como llegué a la Greeenwich Millenium Village. Con nombre y arquitectura dignos de las casas GEO que están en la salida de Puebla, firmé mi contrato por vivir en el desarrollo arquitectónico sustentable. Villa ecológica que tiene su propio sistema de drenaje y tratamiento de agua, donde todos los materiales de construcción son reciclados y térmicamente aislantes para ahorrar electricidad en invierno. Hay inclusive un parquecín ecológico para proteger a las aves de la zona. En fin, el paraíso de los comeflores y la banda ambientalista. =)